Una de las cosas que más debemos cuidar es nuestros pies, los usamos para desplazarnos, y si no utilizamos un calzado adecuado, tanto haciendo ejercicio como cuando no lo hacemos, podemos provocarnos serios problemas y en muchos casos irreversibles. Ten muy en cuenta el tipo de calzado que utilizas para cada ocasión.
Lo primero que tendremos que tener en cuenta será el tipo de pisada que tengamos, si somos pronadores o supinadores. Esto lo mejor será que se lo comentemos al que se encargue de la sección de calzado deportivo allí donde vayamos a adquirir nuestras zapatillas, ya que será él quien mejor sepa aconsejarnos al respecto.
La otra mitad a tener en cuenta a la hora de calzarnos será el tipo de terreno por el que vayamos a realizar el ejercicio, ya que no será lo mismo correr en cinta, por carretera o suelo de asfalto, o travesías campo a través o de montaña. Cada terreno tiene unas características, y los calzados están adaptados a ellas. No agarra igual el asfalto que la tierra por ejemplo, y podríamos ser propensos a sufrir un resbalón.
Las zapatillas más resistentes serán ideales para terrenos húmedos, con nieve, barro o inestables, sobretodo campo a través. Una suela lo suficientemente fuerte y gruesa como para que no notemos los desniveles del terreno ni piedrecitas que podamos pisar. Si con frecuencia llueve deberíamos también tener en cuenta su impermeabilidad, para así evitar exponer nuestros pies a un exceso de humedad, que podría provocar problemas e incluso hongos.
Si lo que sueles hacer es cinta, asfalto o terreno estable como por ejemplo la ciudad, entonces debes centrarte en la comodidad del calzado. Si bien es verdad que cuanto más resistente sea más nos va a durar, no será una de las prioridades a la hora de hacernos con unas buenas deportivas. Otra cosa a tener en cuenta para este tipo de terreno, que también podríamos mirar para el resto de casos, es la amortiguación que tengan nuestras zapatillas. Si no las has probado aún te recomiendo que eches un ojo a zapatillas con cámara de aire, ya que suelen ser bastante cómodas.
Tus zapatillas de running se tienen que adaptar a tí, y a las circunstancias habituales de tu rutina de carrera, y no al contrario. Debe estar lo más cómodo posible y tener siempre en cuenta que tus pies son para siempre. Además con las zapatillas adecuadas conseguiras aumentar tu rendimiento y mejorar la productividad de tu ejercicio.
¿Por qué terrenos sueles correr? ¿Qué tipo de zapatillas usas?